El día que mi amigo Juan, apasionado amante de la ópera, me habló de acompañarle al Teatro Real para ver una obra, le dije que sí casi a lo loco, sin pensarlo demasiado... "No pasa nada por probar, está bien hacer cosas nuevas".
Poco a poco me fui ilusionando, me empezaba a picar la curiosidad, ¿resultaría tan aburrido como me había parecido en la radio?, ¿se parecería al teatro?, ¿qué sensaciones me despertaría?
En estas cavilaciones llegó el día señalado. Me fui con tiempo para el Teatro pensando en hacer algunas fotos.


Oscuridad.
Se abre el telón. Aparece un grupo de muchachas entre las sombras. Están tumbadas sobre el agua. (¡El escenario es una piscina!). Una luz blanca, fabril, se abre paso lentamente. La acción del escenario se proyecta como cine en blanco y negro en el telón de fondo. Se me ponen los pelos de punta. El espectáculo es de una belleza exquisita. La música me sobrecoge...
Katia Kabanova de Leos Janácek.


Se cierra el telón: "Tengo que volver".
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Seguro que os habéis dado cuenta de que el texto de arriba es un texto narrativo. ¿Cumple las características estudiadas? ¿Me podríais decir que tipo de narrador he utilizado aquí?
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