sábado, 15 de noviembre de 2008

ESCRITORAS ROMÁNTICAS ESPAÑOLAS

En España, es el Romanticismo un periodo sumamente importante para la mujer en el campo de las letras pues se da, por primera vez, una incorporación masiva de mujeres a la creación literaria.
Si bien es cierto que, con anterioridad, habían aparecido casos de escritoras en otras épocas de la literatura española, no lo es menos que dichos casos resultaron ser aislados (Santa Teresa de Jesús en el siglo XVI, Josefa Amar y Borbón y Beatriz de Cienfuegos en el siglo XVIII, entre algunas otras). Sin embargo, durante la primera mitad del siglo XIX -sobre todo a partir de los años 40-los casos de mujeres escritoras dejan de ser anecdóticos, produciéndose una auténtica eclosión de obras literarias escritas por mujeres.
Es pues, el elevado número de escritoras que aparecen en este momento histórico, lo que otorga cierta relevancia a este movimiento literario en lo que al papel de la mujer en nuestra literatura se refiere y lo que, en última instancia, nos ha llevado a elegir el Romanticismo entre todos los movimientos de nuestra historia literaria para realizar este trabajo.
Este hecho, no fue, sin embargo, recibido en su tiempo como algo positivo y esperanzador por la sociedad española que, a pesar de vivir en un momento de apertura paulatina a posiciones más liberales, niega todavía a las mujeres la incorporación a la vida pública y a los puestos reservados desde antiguo a los hombres. Así, son muchos los compañeros que las critican o se burlan, aunque también es verdad que hubo otros, como Espronceda, que no dudaron en apoyarlas y aplaudirlas.
Algunas de las más representativas son:
CASILDA CAÑAS DE CERVANTES, quien se anticipa a las demás con su novela histórica La española misteriosa (1833).

MARÍA JOSEFA MASSANÉS (1811-1887): poetisa catalana, autora de Poesías (1841), Flores marchitas (1850) y Poesies (1908), que constituyen un fiel reflejo de su evolución personal. En sus primeros poemas toma una línea feminista que reivindica la libertad de la mujer en muy diversos planos, la maternidad, una religión renovada y activa y la autonomía de Cataluña. Después adoptará una actitud más conservadora en lo que a la mujer se refiere.


GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA (1814-1873): fue autora de una poesía netamente romántica –aunque en sus comienzos partió de la estética neoclásica- que tocaba temas tales como la patria, el genio creado, el amor y el desengaño, la religión... y en la que asimismo incluye temas femeninos como la maternidad y la defensa de la mujer. También escribió numerosas obras de teatro (dramas bíblicos e históricos, comedias y melodramas, algunas con notable éxito de público) y algunas novelas como Sab, Dos mujeres y Guatimozín. Por la alta calidad de sus obras se la propuso como candidata a la RAE, pero finalmente no fue aceptada.


CECILIA BÖHL DE FABER (1796-1877): publicó bajo el pseudónimo “Fernán Caballero” una serie de obras que se caracterizan por sus cuadros rurales y de costumbres. Fue la precaria situación económica en la que se encontraba su matrimonio lo que la incentivó a publicar sus escritos, entre los que destacan la novela La gaviota y cuadros de costumbres como Cuadros de costumbres populares andaluces. El papel de Cecilia Böhl de Faber en la narrativa hispánica es clave. Ha sido considerada como la impulsora de la renovación de la novela española, que durante los siglos XVIII y primera mitad del XIX había perdido el brillo que tuvo en la Edad de Oro.

CONCEPCIÓN ARENAL (1820-1893): autora de numerosos estudios y ensayos que tratan acerca de problemas sociales como el pauperismo, la cárcel, la igualdad, la educación del pueblo y de la mujer. Muchos consideran que con ella surge el feminismo en España, por su defensa constante y combativa de los derechos de la mujer en todos los campos y esferas sociales. De ella se ha dicho que, incluso, se disfrazó de hombre para poder asistir a la universidad y a las tertulias de su época.

Otras escritoras que cabría mencionar aquí, y en las que no podemos profundizar por falta de espacio, son: Ángela Grassi, Robustiana Armiño de Cuesta, Vicenta García Miranda y Carolina Coronado.
La gran mayoría de ellas tienen en común una serie de puntos como el autodidactismo, la defensa del derecho de la mujer a la educación (si bien con distintos grados), cierto conservadurismo en lo que al papel de madre y esposa y la religión se refiere, un sentimiento de hermandad y amistad entre ellas y la inclusión de ciertas innovaciones en los tópicos utilizados y el lenguaje literario.
Así, una vez vista la importancia tanto literaria como social de estas mujeres que supusieron un auténtico avance para la inclusión de la mujer en un mundo tan masculino –hasta el momento- como el de la Literatura, resulta cuanto menos curioso –sería mejor decir preocupante- que en los libros de texto escolares de Lengua castellana y Literatura, solo aparezca mencionada normalmente Fernán Caballero así como en muchas obras de consulta de historia literaria de nivel universitario o en las mismas clases universitarias dedicadas al estudio de este periodo.

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